Hay varias formas de difundir el calor de una estufa de leña. Puedes abrir todas las puertas y ventanas de la casa para que el aire caliente circule libremente, o cerrarlas para calentar la habitación principal más lentamente, pero sin perder calorías. Por último, si tienes prisa, puedes utilizar un ventilador para distribuir el calor uniformemente por toda la casa.
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Elegir la ubicación adecuada
El calor de una estufa de leña puede distribuirse de distintas formas. Lo más habitual es colocar el estufa de leña contra una pared exterior de la casa. Este método permite transferir el calor de la estufa a la pared exterior, reduciendo así la pérdida de calor, ya que éste es parcialmente absorbido por la pared.
Otra solución es colocar la estufa de leña en el centro de la habitación. De este modo, el calor se distribuye uniformemente por toda la zona.
Presta atención al tamaño (de la habitación)
Para distribuir el calor de una estufa de leña en una habitación, hay que tener en cuenta el tamaño de la habitación y de la estufa de leña. Cuanto mayor sea la habitación, más potencia se necesitará para calentarla. Esto también se aplica a la calefacción de una habitación que está bastante lejos de la estufa.
Para evitar este problema, debe elegir una estufa de leña de buen tamaño o de gran potencia.
Una cuestión de estufa
Existen varios tipos de estufas de leña y no todas son iguales en cuanto a su uso. Por ejemplo, un estufa cerámica de leña o de hierro fundido pueden utilizarse para distribuir el calor uniformemente por una habitación.
Sin embargo, una estufa de leña de acero inoxidable no será tan eficaz a la hora de irradiar el calor uniformemente.