La exposición al monóxido de carbono es un problema de salud importante pero infravalorado. Sin embargo, este gas es una de las principales causas de intoxicación accidental en el hogar, ya que puede provocar graves problemas cardiovasculares e incluso la muerte. Cada año se registran en Francia más de cien muertes por inhalación.
Inodoro, incoloro e insípido, el monóxido de carbono (CO) sólo puede detectarse utilizando un detector adecuado. Estos detectores advierten a los residentes del riesgo de intoxicación por CO del mismo modo que los detectores de humo. Sin embargo, a diferencia de los detectores de humo, el detectores de monóxido de carbono no son muy comunes en nuestros hogares.
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¿Cómo se produce el monóxido de carbono?
El CO se produce por la combustión incompleta de combustibles que contienen carbono, como el gas natural, el petróleo, la gasolina y la madera. Las concentraciones de monóxido de carbono en interiores suelen ser bajas; sin embargo, las fuentes persistentes y una ventilación deficiente pueden provocar niveles peligrosos.
En interiores, el monóxido de carbono se emite principalmente de aparatos mal mantenidos o mal ventilados, como hornos, chimeneas y cocinas de gas. El uso inadecuado en interiores de aparatos como estufas y barbacoas también contribuye a elevar los niveles de CO.
Por último, pero no por ello menos importante, el monóxido de carbono también puede viajar al interior de nuestros hogares. Un coche con el motor en marcha cerca de una ventana o en el garaje es una fuente importante de CO en el aire de una casa.
¿Cuáles son los efectos del CO sobre la salud?
Efectos sobre la salud Los efectos del monóxido de carbono dependen de la duración y el nivel de exposición al gas:
- A niveles más bajos, los síntomas pueden incluir dolores de cabeza, fatiga, vómitos, náuseas y mareos.
- La exposición continuada a niveles de moderados a altos puede provocar desorientación, convulsiones, pérdida de conciencia y parada cardiorrespiratoria.
Anatómicamente, el monóxido de carbono desplaza al oxígeno en la sangre para formar carboxihemoglobina (COHb). El aumento de las concentraciones de COHb disminuye el contenido de oxígeno de la sangre y, por tanto, compromete el aporte de oxígeno a los tejidos corporales. La intoxicación no mortal se asocia generalmente a un mayor riesgo de deterioro cognitivo.
¿Cómo protegerse del monóxido de carbono?
Las intoxicaciones pueden prevenirse eliminando las fuentes de emisión de monóxido de carbono y utilizando detectores de monóxido de carbono. El mantenimiento regular de los aparatos de combustión y de la ventilación también puede proteger contra el monóxido de carbono. Los detectores de monóxido de carbono están disponibles en los supermercados y son fáciles de instalar. Por seguridad, deben instalarse cerca de las zonas de descanso y en todos los niveles de la casa.